A la hora de construir un portafolio, una de las primeras preguntas es “¿qué tipos de activos debería incluir en mi análisis?” La clave se encuentra en los activos que en forma sistemática se comportan distinto del resto; aquellos cuyas características financieras, económicas y regulatorias son homogéneas entre sí, pero heterogéneas con las de los demás.
Entonces, antes de saber si usted debería incluir los bonos soberanos costarricenses en su portafolio, vale la pena preguntarse si estos pueden entenderse como un tipo de activo aparte.
Y la respuesta es un contundente “sí” cuando los comparamos con otros bonos de mercados emergentes (EMB). Miremos la siguiente tabla que construimos utilizando las series de retornos totales mensuales (junio 2010-febrero 2025) del Banco Central de Costa Rica para el Mercado de Deuda Interna en dólares de 1 a 10 años y el de Deuda Interna en colones de 1 a 10 años.
La tabla tiene la notación típica de una regresión entre los retornos de un activo (los bonos costarricenses) con respecto a los de su benchmark conceptual o mercado (los EMB/LEMB, dependiendo de la moneda). Vemos que los bonos costarricenses: 1) ofrecen un alto rendimiento en exceso (“Alpha”); 2) son poco sensibles al benchmark(“Beta’s” casi nulos), y 3) que el mercado explica muy poco de su variabilidad (R2 muy bajo). Todos patrones consistentes con una baja correlación y un alto tracking error. (Ver imagen 1)
Pero la singularidad de los bonos costarricenses se aprecia incluso cuando los comparamos con otras clases de activos, más allá de los EMB. Construimos la siguiente matriz de correlaciones entre las series de retornos mensuales de junio del 2010 hasta febrero del 2025, utilizando los activos más conocidos y algunas de sus segregaciones más relevantes.
Los bonos costarricenses en efecto diversifican al resto de activos. Prácticamente todos sus coeficientes de correlación son inferiores al 0,2.
Diversificar es una virtud en sí misma: cuando a un activo le “vaya mal”, el resto del portafolio no queda condenado. Pero revisemos brevemente si, además de diversificar, los bonos de Costa Rica tienen otras cualidades atractivas:
Los bonos costarricenses presentan mayores rendimientos anualizados en general que el resto de los bonos, también menores volatilidades; y, además, tienen menores caídas máximas.
Nótese particularmente que, con niveles de volatilidad similares, el retorno promedio ofrecido por los bonos de Costa Rica en moneda local y en dólares es mayor que el del resto de bonos: Tesoros con diferentes duraciones, No Grado de Inversión (HY) Corporativo en USA y Bonos Globales con protección al dólar.
3. Costa Rica en portafolios eficientes
a. Media-Varianza
Con todos los activos de la matriz de arriba, utilizando el modelo de Media-Varianza (Markowitz), construimos tres portafolios: cada uno con tres niveles de tolerancia a la volatilidad; dentro de cada uno calculamos las covarianzas, retornos y volatilidades relevantes en la optimización con un número diferente de periodos (más de esto en el siguiente Substock).
De todos los tipos de activos, solo quedaron cinco: dos de los cuales son bonos costarricenses. Con los resultados de la siguiente tabla se entiende la robustez de estos bonos: en todos los casos, para todos los periodos, están presentes (y siempre en más de 10%) en la cartera recomendada.
Por supuesto, en la práctica, lo normal es imponer restricciones adicionales al modelo. Pero lo que sí es cierto es que, para un inversionista dispuesto a introducirse al mercado costarricense, los bonos nacionales son una muy buena opción para mantener en la parte estratégica de la cartera. Tanto es así que el promedio de asignaciones supera el 30%. Sea el inversionista conservador o no, se utilicen periodos cortos, medianos o largos para la optimización, el modelo siempre sugiere invertir en bonos costarricenses.
b. Caída Máxima
Ahora bien, algunos inversionistas no tienen problema en la práctica con la volatilidad. Especialmente aquellos que no revisan sus portafolios con tanta frecuencia. Por lo tanto, la caída máxima es una métrica de riesgo más acorde a su perfil. Buscando los portafolios óptimos con el Calmar ratio, que entienden el riesgo como la caída máxima en los retornos (en vez de su varianza), llegamos a las siguientes asignaciones:
Los bonos costarricenses siguen siendo óptimos; y en este caso, los portafolios óptimos les dan todavía más peso.
4. Conclusión
Queda claro: los bonos costarricenses deben ser valorados por los inversionistas y sus asesores a la hora de construir carteras. En términos técnicos, los bonos costarricenses hacen que la Frontera Eficiente ofrezca menores niveles de volatilidad para cada nivel de retorno.
Nuestra recomendación general, para cualquier inversionista que no desee revisar sus inversiones con demasiada frecuencia, sería la siguiente: