En un artículo anterior, denominado “¿Vale la pena esperar correcciones del mercado accionario para invertir?“ comparamos los rendimientos de la estrategia de “Dollar Cost Averaging” mensual y anual contra solamente entrar al mercado cuando este cae 10% (territorio de correción). El presente artículo busca seguir profundizando en el tema.
En esta nota comparamos distintos umbrales de caída (desde -5% hasta -20%) en el SP500 y el Nasdaq 100, usando datos desde 1999 (en el artículo anterior el análisis se concentraba en 10%).
Como comentario interesante, a finales de abril del 2025 el mercado, representado por el S&P500 está 10% abajo.
Por lo tanto, veremos:
Observaciones clave:
Observaciones clave:
Invertir esperando correcciones tiene pros y contras claros.
Desde la perspectiva de un portfolio manager, es crucial entender las características de volatilidad de cada activo para calibrar estas estrategias de forma efectiva.
En el SP500, un índice de volatilidad histórica moderada (σ ≈ 15% anual), estrategias de entradas a partir de caídas del 10% o más lograron superar al Buy and Hold tanto en retorno total como en eficiencia ajustada por riesgo (Sortino). La clave está en capturar correcciones significativas sin quedar fuera del mercado.
En el QQQ, un activo mucho más volátil (σ > 20%), solo las estrategias que esperaron caídas muy profundas (20%) lograron igualar el Buy and Hold. En activos de alta volatilidad, el riesgo de subinversión y la posibilidad de perder rallies explosivos es mayor, favoreciendo mantener mayor exposición constante.
La principal desventaja de estas estrategias es precisamente el riesgo de subinversión: si los mercados no entregan las caídas esperadas, el capital no se despliega eficientemente y el retorno real queda por debajo del potencial. Para mitigar esto, recomendamos:
En resumen, combinar aproximaciones sistemáticas (DCA) con estrategias tácticas de entrada tras caídas ofrece una solución robusta. Especialmente en un mundo donde la volatilidad estructural parece estar en ascenso, tener flexibilidad para adaptar las reglas de entrada puede marcar la diferencia en la generación de alfa a largo plazo.
Este tipo de análisis resulta especialmente relevante en el contexto actual. En abril de 2025, los mercados han mostrado una recuperación parcial tras las caídas abruptas de marzo, alimentadas por incertidumbre macroeconómica y tensiones geopolíticas. En este entorno, donde el VIX ha tocado niveles por encima de 25 en varios momentos, estrategias basadas en correcciones pueden parecer atractivas, pero es fundamental calibrar el umbral según la naturaleza del activo.
En resumen, no existe un umbral universal óptimo; el mejor punto de entrada dependerá del activo, su volatilidad histórica, el perfil del inversor y el punto de entrada (tema que se estudiará eventualmente). Para gestores institucionales, combinar enfoques sistemáticos como el DCA con modelos tácticos basados en umbrales de corrección puede ofrecer una solución robusta, flexible y alineada con las condiciones del mercado.