Diseñado para inversionistas cuyo objetivo principal es preservar el capital y mantener una volatilidad reducida con caídas controladas. Este portafolio se orienta a perfiles altamente adversos al riesgo, en etapa de retiro o instituciones que requieren liquidez periódica y estabilidad en sus flujos.
Objetivo: Proteger el valor real del patrimonio generando retornos consistentes a lo largo del tiempo, con un control riguroso de la volatilidad y de las pérdidas máximas (drawdowns).
Metodología: Modelo de optimización por riesgo extremo (CVaR al 95%) y control de max drawdown, priorizando la preservación del capital frente a escenarios de estrés. La asignación busca un equilibrio de riesgo entre clases de activos.
Predomina la renta fija global (45%) y activos defensivos (40%) como cobertura inflacionaria y ancla de estabilidad, con renta variable (15%).
La estrategia de este portafolio se basa en la minimización del riesgo en escenarios adversos, combinando técnicas de optimización Mean–CVaR con restricciones explícitas sobre el drawdown máximo permitido. A través de esta métrica, el modelo prioriza portafolios resilientes, con baja exposición a pérdidas severas y una estructura diseñada para mantener estabilidad frente a shocks de mercado.
El proceso se complementa con un marco de risk budgeting, que distribuye de forma equilibrada la contribución al riesgo entre clases de activos, evitando concentraciones excesivas y mejorando la diversificación real del portafolio.
La calibración del modelo utiliza más de 30 años de datos históricos, incluyendo periodos de crisis relevantes (2000, 2008 y 2020), con el fin de capturar distintos regímenes de volatilidad y correlación. Además, se aplican pruebas de robustez estadística para asegurar que los resultados no dependan de una muestra específica, sino que reflejen una relación estructural y persistente.
Disclaimer
Todas las métricas se calculan con base en los últimos 10 años de datos históricos (2015–2025), considerando únicamente los portafolios estratégicos por clase de activo, no instrumentos individuales.
Los resultados se presentan en términos anualizados. El benchmark de referencia para este portafolio es un portafolio conservador genérico, compuesto por 20% acciones globales y 80% bonos globales.
Los rendimientos pasados no garantizan resultados futuros.
